Modelos conductistas.
El conductismo
resulta de gran importancia para la psicología al proporcionarle un marco
científico de investigación, y sobre todo aporta grandes descubrimientos en
materia de educación. De alguna manera
todos somos conductistas, aprendemos lo que vemos, castigamos y reforzamos.
La conducta
humana es una cuestión relevante de la naturaleza del hombre, el por qué un
determinado comportamiento puede llevar implícita una explicación que
aparentemente no se muestra tal y como es. Para poder tener conocimiento acerca
del ser humano, es importante conocer las causas objetivas como lo indica el
conductismo, pero los procesos mentales
que lo provocan de igual manera son importantes. El ser humano debe ser
concebido como un todo lo interno y lo externo y no solo juzgarlo y etiquetarlo
por su comportamiento.
Fundamentación
teórica.
El
conductismo fue en sus inicios una revolución metodológica en la que se intento
establecer las bases científicas de la psicología. La modificación de conducta
se apoya en métodos empíricos, se interesa por la manera en que los organismos
se adaptan a su ambiente. Principalmente estudia la manera en que las conductas
se desarrollan, se mantienen y pueden modificarse (Kazdin, 1983).
Definiendo conducta como aquel movimiento o actividad
observable y mensurable de una persona. (Sundel, 1993 citado por Ertmer y
Newby, 1993).
En este paradigma teórico, la mente y sus procesos son
considerados como una “caja negra” formada por asociación de eventos.
El conductismo iguala al aprendizaje con los cambios en
la conducta observable, bien sea
respecto a la forma o a la frecuencia de esas conductas. El aprendizaje se
logra cuando se demuestra o se exhibe una respuesta apropiada a continuación de
la presentación de un estímulo ambiental específico. Los elementos claves son,
entonces, el estímulo, la respuesta, y la asociación entre ambos. La
preocupación primaria es cómo la asociación entre el estímulo y la respuesta se
hace, se refuerza y se mantiene. El
conductismo se centra en la importancia de las consecuencias de las conductas y
propone que las respuestas a las que se les da un refuerzo tienen mayor
probabilidad de que se repitan en un futuro. No intenta determinar la estructura
del conocimiento, ni tampoco de determinar cuáles son los procesos mentales que
se necesitan utilizar. (Ertmer y Newby,
1993)
Las Características
del Modelo Conductual, según Guerra y Plaza (2001), son:
-Los
procedimientos y técnicas usados deben fundamentarse en la psicología
experimental.
-La
conducta normal y anormal se rigen por los mismos principios, ambas se aprenden
y modifican de la misma manera.
-Reconocimiento
de influencias de factores genéticos en la conducta.
-El
objetivo de la intervención es la modificación de conductas desadaptadas.
-Los
cambios conductuales deben ser observables y medibles directa o indirectamente.
-La
interdependencia entre evaluación y tratamiento.
-La
necesidad de especificar de manera objetiva y clara los objetivos del
tratamiento.
-Se
debe evaluar de modo objetivo la eficacia del tratamiento.
-Enfoque
centrado en el aquí y en el ahora, énfasis en los determinantes actuales de la
conducta
-La
evaluación y el tratamiento deben estar adaptados a cada tipo de problema y
para cada caso en particular.
Los fundamentos
teóricos conductuales fueron: la reflexología y la leyes del
condicionamiento clásico, el conexionismo de thorndike, el conductismo de
Watson , Hull, Guthrie, Mowner y Tolman, y la contribución de Skinner y el
análisis experimental de la conducta.
Sechenov fue precursor de las posturas conductistas posteriores
al combinar neurofisiología y psicología en los reflejos. Sus discípulos fueron
Pavlov y Bechterev. Pavlov estaba interesado en estudiar la actividad cerebral
a través de los reflejos.
Kazdin considera como las
principales aportaciones de Pavlov: 1) la investigación objetiva de los
reflejos condicionados, 2) defensa del objetivismo de la investigación, 3)
demostración de la importancia del aprendizaje en la explicación de la
conducta, y 4) proporcionar un modelo metodológico de la investigación de la
conducta humana.
Vladimir M. Bechterev
fue el que tuvo mayor impacto en su época, pues dio a la reflexología una interpretación
más psicológica y funcional considerando respuestas motoras y estímulos
aversivos. Para Bechterev los reflejos constituían la unidad fundamental en el
análisis de la conducta, acuñando el término reflexología para diferenciarla del estudio fisiológico de
los reflejos. Betcherev extendió los principios de la reflexología a la
psicopatología.
Thorndike (1847-1949)
ha sido el conductista no-pavloviano americano más influyente en las tres
primeras décadas del siglo XX. Thorndike utilizó métodos objetivos y
rechazó el estudio de los procesos mentales y la conciencia, centrándose en la
adquisición de respuestas inexistentes en el repertorio del organismo. La
ley del cambio asociativo es muy cercana al modelo de condicionamiento
clásico. La ley del efecto establecía que las respuestas seguidas de
satisfacción quedaban asociadas a la situación, aumentando la probabilidad de
ocurrencia. Posteriormente matizó la ley del efecto al comprobar que el castigo
no debilitaba la conducta, y se retracto de la ley de la práctica, considerando
que la repetición es un simple facilitador, pero no esencial.
Thorndike es considerado
el precursor de la psicología educativa moderna.
John B. Watson
(1878-1958) comenzó la revolución conductista en contra del estructuralismo y
el funcionalismo, obviando incluso el estudio de las respuestas fisiológicas.
El conductismo debía ser objetivo y
tener lo siguientes principios: 1) El objeto de la psicología es la conducta
manifiesta E-R (rechazo de la conciencia= alma), 2) metodología de la
experimentación animal como método objetivo en psicología (reflejo condicionado
como sustituto de la introspección), 3) el conductismo supone una ruptura con
las corrientes anteriores que no describen la conducta en términos observables,
y 4) conducta explicada en términos E-R del sistema nervioso (conducta verbal
como reflejos espinales). Propuso siete estrategias para el pequeño Albert deshabituación, halago verbal, adaptación
negativa, castigo social, distracción, condicionamiento directo e imitación
social.
Clark L. Hull (1884-1952) planteó la construcción de una teoría
formal de la conducta creyendo haber identificado la ley fundamental del
aprendizaje como principio básico de todas las ciencias. Hull introdujo las
variables intervinientes entre el E y el R. Las principales variables
intervinientes fueron la fuerza del hábito y el impulso, cuya reducción da
lugar al reforzamiento. El hábito se establece por la relación entre una
respuesta y la reducción del impulso, que opera como reforzamiento. Su teoría
unifactoral del aprendizaje defendía que el refuerzo y no la contiguidad era el
factor fundamental del aprendizaje.
Tolman tuvo una gran
influencia en la psicología de la Gestalt y defendió que los que se producía en
el aprendizaje era una asociación E-E y no E-R. Los organismos no aprenden
conductas concretas, sino significados sobre los estímulos que se relacionan
con una meta. Realizó un acercamiento más holístico hacia la conducta.
Introdujo también el concepto de variable interviniente como nexo entre el E y
la R que ayuda a determinar la conducta.
Skinner (psicólogo más
influyente del siglo XX) introdujo por primera vez el término Terapia de
Conducta en la literatura psicológica. La clasificación que hizo Skinner del
aprendizaje estaba basada en los paradigmas de Pavlov y Thorndike, señalando
que había ciertas áreas donde los dos condicionamientos no se distinguían. La
diferenciación entre condicionamiento clásico y operante dirigió la atención hacia
la conducta operante. Desarrolló una metodología, el análisis
experimental de la conducta, centrado en las relaciones entre comportamiento y
estímulos ambientales. Esto dio lugar a un ambientalismo radical culminando en
el libro Science and human behavior que marcaría el inicio del desarrollo de la
Terapia de Conducta en EEUU. El análisis experimental de la conducta dio origen
a la orientación denominada análisis conductual aplicado.
Skinner distinguió dos tipos de respuestas:
respondientes (que se provocan) y operantes (que se emiten), y dos tipos de
condicionamiento: el tipo E (o E-R pavloviano) y el tipo R (o R-E) en el que el
reforzamiento correlaciona con una respuesta de tipo operante (mayor relevancia
a lo que ocurre tras la respuesta). El análisis experimental de la conducta se
basa en estudios de caso único. Priorizó la inducción frente a la deducción
como estrategia de teorización en psicología.
Skinner dio lugar al área más relevante de
la Teoría Conductista: el análisis conductual aplicado. Este análisis hizo tres
contribuciones fundamentales: 1) Técnicas y programas basados en el control de
contingencias, 2) El análisis funcional.
3) Interés sobre los datos objetivos como elemento de estudio (inducción
frente a deducción), interesándose por las conductas frente a las etiquetas
diagnosticas.
Algunas de las Técnicas empleadas en el Modelo Conductista.
Relajación.
Esta técnica entrenando al sujeto en la
relajación para que aprenda a diferenciar entre los estados de tensión y de
relajación, el objetivo es mostrarle al
individuo la incompatibilidad de estar relajado y estar tenso o ansioso.
Consiste en mostrar al sujeto los principios generales de la
modificación de la conducta, los tipos de medición y que aprenda a describir las
especificaciones de la conducta meta, el sujeto deberá aprender a elaborar
gráficas o cuadros que muestren como
está la conducta antes y después de la intervención.
Desensibilización sistemática (DS)
Esta técnica consiste en exponer al sujeto mientras se encuentra en un estado de
relajación profunda a las situaciones a
las que teme. La DS se ha aplicado con
éxito a: Miedo y ansiedad ante situaciones sociales, enfermedades, muerte,
animales y relaciones sexuales, pesadillas, anorexia, obsesiones y
compulsiones, depresiones, accesos epilépticos y tartamudez.
Entrenamiento asertivo
El comportamiento asertivo se caracteriza por no violentar, ni los
derechos de uno mismo ni los de los demás. Consiste en expresar sentimientos y
preferencias propios de una manera directa, honesta y adecuada. La persona
asertiva muestra respeto hacia los sentimientos
de los demás y facilita la comunicación.
Terapia de autocontrol
Las ideas en las que se basa la autorregulación han sido
incorporadas a una técnica terapéutica llamada terapia de autocontrol. Ha sido
bastante exitosa con problemas relativamente simples de hábitos como fumar,
comer en exceso y hábitos de estudio.
La
auto-observación requiere que anotemos tipos de comportamiento, tanto antes de
empezar como después. Este acto comprende cosas tan simples como contar cuántos
cigarrillos fumamos en un día hasta diarios
de conducta más complejos
Procedimiento de extinción
El procedimiento de extinción parte del principio teórico de
que cualquier conducta que aparezca con cierta periodicidad, lo hace porque
está siendo reforzada o premiada de algún modo. Consiste
por tanto, en establecer las condiciones necesarias para que esos reforzadores
dejen de estar presentes cada vez que aparezca la conducta desadaptada, por
ejemplo, dejar de atender al niño cada vez que patalea, no reírnos cuando
utiliza palabras inadecuadas, no darles una chuchería
para que estén entretenidos y dejen de molestar.Este procedimiento es más lento
que otras técnicas de reducción de conductas, como el castigo positivo, el
castigo negativo o el refuerzo de conductas diferenciales o alternativas, por
lo que no debe ser usado con aquellos comportamientos que requieren ser
reducidos de formación inmediata. ( Minici, Rivadeneira y Dahab, 2008).
Control
aversivo.
Los tratamientos aversivos asocian
comportamientos no deseados con sensaciones negativas. El tratamiento aversivo
asocia el estímulo placentero anómalo con un estímulo desagradable.
Hay tres situaciones de condicionamiento
en que se utiliza el estímulo aversivo:
Castigo:
la emisión de una respuesta hace aparecer el estímulo aversivo de manera
ineludible e inescapable,el castigo tiene por efecto el que no emitamos una
conducta: en él no hay reforzamiento
Escape:
la emisión de una respuesta permite huir del estímulo aversivo que estaba
presente.
Evitación:
la emisión de una respuesta tiene como consecuencia que no aparezca el estímulo
aversivo.
Con respecto al efecto que estas situaciones producen en la conducta, podemos
decir que:
El escape y la evitación tienen como efecto aumentar la posibilidad de la conducta de escape o de evitación del estímulo aversivo; por tanto, hay reforzamiento, y por eso reciben ambas el nombre de refuerzo negativo.
El escape y la evitación tienen como efecto aumentar la posibilidad de la conducta de escape o de evitación del estímulo aversivo; por tanto, hay reforzamiento, y por eso reciben ambas el nombre de refuerzo negativo.
Es refuerzo, porque el estímulo aversivo
incrementa o mantiene la respuesta de escape o evitación, es negativo, porque lo que se refuerza es la
conducta que hace que no esté el estímulo (reforzador) (Gutiérrez ,2008)