sábado, 26 de julio de 2014

Modelos conductistas. 


El conductismo resulta de gran importancia para la psicología al proporcionarle un marco científico de investigación, y sobre todo aporta grandes descubrimientos en materia de educación.  De alguna manera todos somos conductistas, aprendemos lo que vemos, castigamos y reforzamos.


La conducta humana es una cuestión relevante de la naturaleza del hombre, el por qué un determinado comportamiento puede llevar implícita una explicación que aparentemente no se muestra tal y como es. Para poder tener conocimiento acerca del ser humano, es importante conocer las causas objetivas como lo indica el conductismo, pero  los procesos mentales que lo provocan de igual manera son importantes. El ser humano debe ser concebido como un todo lo interno y lo externo y no solo juzgarlo y etiquetarlo por su comportamiento.


Fundamentación teórica.


El conductismo fue en sus inicios una revolución metodológica en la que se intento establecer las bases científicas de la psicología. La modificación de conducta se apoya en métodos empíricos, se interesa por la manera en que los organismos se adaptan a su ambiente. Principalmente estudia la manera en que las conductas se desarrollan, se mantienen y pueden modificarse (Kazdin, 1983).

Definiendo conducta como aquel movimiento o actividad observable y mensurable de una persona. (Sundel, 1993 citado por Ertmer y Newby, 1993).
En este paradigma teórico, la mente y sus procesos son considerados como una “caja negra” formada por asociación de eventos.

El conductismo iguala al aprendizaje con los cambios en la conducta observable,  bien sea respecto a la forma o a la frecuencia de esas conductas. El aprendizaje se logra cuando se demuestra o se exhibe una respuesta apropiada a continuación de la presentación de un estímulo ambiental específico. Los elementos claves son, entonces, el estímulo, la respuesta, y la asociación entre ambos. La preocupación primaria es cómo la asociación entre el estímulo y la respuesta se hace, se refuerza y se mantiene.  El conductismo se centra en la importancia de las consecuencias de las conductas y propone que las respuestas a las que se les da un refuerzo tienen mayor probabilidad de que se repitan en un  futuro. No intenta determinar la estructura del conocimiento, ni tampoco de determinar cuáles son los procesos mentales que se necesitan  utilizar. (Ertmer y Newby, 1993)

Las Características del Modelo Conductual,  según Guerra y  Plaza (2001), son:
-Los procedimientos y técnicas usados deben fundamentarse en la psicología experimental.
-La conducta normal y anormal se rigen por los mismos principios, ambas se aprenden y modifican de la misma manera.
-Reconocimiento de influencias de factores genéticos en la conducta.
-El objetivo de la intervención es la modificación de conductas desadaptadas.
-Los cambios conductuales deben ser observables y medibles directa o indirectamente.
-La interdependencia entre evaluación y tratamiento.
-La necesidad de especificar de manera objetiva y clara los objetivos del tratamiento.
-Se debe evaluar de modo objetivo la eficacia del tratamiento.
-Enfoque centrado en el aquí y en el ahora, énfasis en los determinantes actuales de la conducta
-La evaluación y el tratamiento deben estar adaptados a cada tipo de problema y para cada caso en particular.

Los fundamentos teóricos conductuales fueron: la reflexología  y la leyes del condicionamiento clásico, el conexionismo de thorndike, el conductismo de Watson , Hull, Guthrie, Mowner y Tolman, y la contribución de Skinner y el análisis experimental de la conducta.

Sechenov fue precursor de las posturas conductistas posteriores al combinar neurofisiología y psicología en los reflejos. Sus discípulos fueron Pavlov y Bechterev. Pavlov estaba interesado en estudiar la actividad cerebral a través de los reflejos.

Kazdin considera como las principales aportaciones de Pavlov: 1) la investigación objetiva de los reflejos condicionados, 2) defensa del objetivismo de la investigación, 3) demostración de la importancia del aprendizaje en la explicación de la conducta, y 4) proporcionar un modelo metodológico de la investigación de la conducta humana.


Vladimir M. Bechterev fue el que tuvo mayor impacto en su  época,  pues dio a la reflexología una interpretación más psicológica y funcional considerando respuestas motoras y estímulos aversivos. Para Bechterev los reflejos constituían la unidad fundamental en el análisis de la conducta, acuñando el término reflexología  para diferenciarla del estudio fisiológico de los reflejos. Betcherev extendió los principios de la reflexología a la psicopatología.

El conexionismo de Thorndike


Thorndike (1847-1949) ha sido el conductista no-pavloviano americano más influyente en las tres primeras décadas del siglo XX. Thorndike  utilizó métodos objetivos y rechazó el estudio de los procesos mentales y la conciencia, centrándose en la adquisición de respuestas inexistentes en el repertorio del organismo. La ley del cambio asociativo es muy cercana al modelo de condicionamiento clásico.  La ley del efecto establecía que las respuestas seguidas de satisfacción quedaban asociadas a la situación, aumentando la probabilidad de ocurrencia. Posteriormente matizó la ley del efecto al comprobar que el castigo no debilitaba la conducta, y se retracto de la ley de la práctica, considerando que la repetición es un simple facilitador, pero no esencial.

Thorndike es considerado el precursor de la psicología educativa moderna.



El conductismo de Watson

John B. Watson (1878-1958) comenzó la revolución conductista en contra del estructuralismo y el funcionalismo, obviando incluso el estudio de las respuestas fisiológicas. El conductismo  debía ser objetivo y tener lo siguientes principios: 1) El objeto de la psicología es la conducta manifiesta E-R (rechazo de la conciencia= alma), 2) metodología de la experimentación animal como método objetivo en psicología (reflejo condicionado como sustituto de la introspección), 3) el conductismo supone una ruptura con las corrientes anteriores que no describen la conducta en términos observables, y 4) conducta explicada en términos E-R del sistema nervioso (conducta verbal como reflejos espinales). Propuso siete estrategias para el pequeño Albert  deshabituación, halago verbal, adaptación negativa, castigo social, distracción, condicionamiento directo e imitación social.

Clark L. Hull (1884-1952) planteó la construcción de una teoría formal de la conducta creyendo haber identificado la ley fundamental del aprendizaje como principio básico de todas las ciencias. Hull introdujo las variables intervinientes entre el E y el R. Las principales variables intervinientes fueron la fuerza del hábito y el impulso, cuya reducción da lugar al reforzamiento. El hábito se establece por la relación entre una respuesta y la reducción del impulso, que opera como reforzamiento. Su teoría unifactoral del aprendizaje defendía que el refuerzo y no la contiguidad era el factor fundamental del aprendizaje.
Tolman tuvo una gran influencia en la psicología de la Gestalt y defendió que los que se producía en el aprendizaje era una asociación E-E y no E-R. Los organismos no aprenden conductas concretas, sino significados sobre los estímulos que se relacionan con una meta. Realizó un acercamiento más holístico hacia la conducta. Introdujo también el concepto de variable interviniente como nexo entre el E y la R que ayuda a determinar la conducta.


Skinner y el condicionamiento operante

Skinner (psicólogo más influyente del siglo XX) introdujo por primera vez el término Terapia de Conducta en la literatura psicológica. La clasificación que hizo Skinner del aprendizaje estaba basada en los paradigmas de Pavlov y Thorndike, señalando que había ciertas áreas donde los dos condicionamientos no se distinguían. La diferenciación entre condicionamiento  clásico y operante dirigió la atención hacia la conducta operante.  Desarrolló una metodología, el análisis experimental de la conducta, centrado en las relaciones entre comportamiento y estímulos ambientales. Esto dio lugar a un ambientalismo radical culminando en el libro Science and human behavior que marcaría el inicio del desarrollo de la Terapia de Conducta en EEUU. El análisis experimental de la conducta dio origen a la orientación denominada análisis conductual aplicado.

Skinner distinguió dos tipos de respuestas: respondientes (que se provocan) y operantes (que se emiten), y dos tipos de condicionamiento: el tipo E (o E-R pavloviano) y el tipo R (o R-E) en el que el reforzamiento correlaciona con una respuesta de tipo operante (mayor relevancia a lo que ocurre tras la respuesta). El análisis experimental de la conducta se basa en estudios de caso único. Priorizó la inducción frente a la deducción como estrategia de teorización en psicología.

Skinner dio lugar al área más relevante de la Teoría Conductista: el análisis conductual aplicado. Este análisis hizo tres contribuciones fundamentales: 1) Técnicas y programas basados en el control de contingencias, 2) El análisis funcional.  3) Interés sobre los datos objetivos como elemento de estudio (inducción frente a deducción), interesándose por las conductas frente a las etiquetas diagnosticas.



Algunas de las Técnicas empleadas en el Modelo Conductista.

  
Relajación.
Esta técnica entrenando al sujeto en la relajación para que aprenda a diferenciar entre los estados de tensión y de relajación, el objetivo es  mostrarle al individuo la incompatibilidad de estar relajado y estar tenso o ansioso.

Entrenamiento en manejo de contingencias.
Consiste en mostrar al sujeto los principios generales de la modificación de la conducta, los tipos de medición  y que aprenda a describir las especificaciones de la conducta meta, el sujeto deberá aprender a elaborar gráficas  o cuadros que muestren como está  la conducta antes y  después de la intervención.

Desensibilización sistemática (DS)
Esta técnica consiste en exponer al sujeto  mientras se encuentra en un estado de relajación profunda  a las situaciones a las que teme.  La DS se ha aplicado con éxito a: Miedo y ansiedad ante situaciones sociales, enfermedades, muerte, animales y relaciones sexuales, pesadillas, anorexia, obsesiones y compulsiones, depresiones, accesos epilépticos y tartamudez.



Entrenamiento asertivo
El comportamiento asertivo se caracteriza por no violentar, ni los derechos de uno mismo ni los de los demás. Consiste en expresar sentimientos y preferencias propios de una manera directa, honesta y adecuada. La persona asertiva muestra respeto hacia  los sentimientos de los demás y facilita la comunicación.

Terapia de autocontrol

Las ideas en las que se basa la autorregulación han sido incorporadas a una técnica terapéutica llamada terapia de autocontrol. Ha sido bastante exitosa con problemas relativamente simples de hábitos como fumar, comer en exceso y hábitos de estudio.

La auto-observación requiere que anotemos tipos de comportamiento, tanto antes de empezar como después. Este acto comprende cosas tan simples como contar cuántos cigarrillos fumamos en un día hasta diarios de conducta más complejos

Procedimiento de extinción

El procedimiento de extinción parte del principio teórico de que cualquier conducta que aparezca con cierta periodicidad, lo hace porque está siendo reforzada o premiada de algún modo. Consiste por tanto, en establecer las condiciones necesarias para que esos reforzadores dejen de estar presentes cada vez que aparezca la conducta desadaptada, por ejemplo, dejar de atender al niño cada vez que patalea, no reírnos cuando utiliza palabras inadecuadas, no darles una chuchería para que estén entretenidos y dejen de molestar.Este procedimiento es más lento que otras técnicas de reducción de conductas, como el castigo positivo, el castigo negativo o el refuerzo de conductas diferenciales o alternativas, por lo que no debe ser usado con aquellos comportamientos que requieren ser reducidos de formación inmediata. (Minici,  Rivadeneira  y Dahab, 2008).

Control aversivo. 
Los tratamientos aversivos asocian comportamientos no deseados con sensaciones negativas. El tratamiento aversivo asocia el estímulo placentero anómalo con un estímulo desagradable.
  
Hay tres situaciones de condicionamiento en que se utiliza el estímulo aversivo:

Castigo: la emisión de una respuesta hace aparecer el estímulo aversivo de manera ineludible e inescapable,el castigo tiene por efecto el que no emitamos una conducta: en él no hay reforzamiento

Escape: la emisión de una respuesta permite huir del estímulo aversivo que estaba presente.

Evitación: la emisión de una respuesta tiene como consecuencia que no aparezca el estímulo aversivo.

Con respecto al efecto que estas situaciones producen en la conducta, podemos decir que:

El escape y la evitación tienen como efecto aumentar la posibilidad de la conducta de escape o de evitación del estímulo aversivo; por tanto, hay reforzamiento, y por eso reciben ambas el nombre de refuerzo negativo.


Es refuerzo, porque el estímulo aversivo incrementa o mantiene la respuesta de escape o evitación,  es negativo, porque lo que se refuerza es la conducta que hace que no esté el estímulo  (reforzador)  (Gutiérrez ,2008)